LA FUNCIONALIDAD

Cuando hablamos de que algo es funcional queremos decir que es práctico, eficaz o cómodo. Una instalación es funcional, cuando sus distintos elementos están racionalmente diseñados e instalados, buscando la comodidad y la eficacia de uso.

 

La funcionalidad traducida por eficacia tiene una triple vertiente en relación con las instalaciones hípicas : facilidad de acceso y uso, seguridad en la utilización y ahorro de costes. Si una instalación está bien diseñada, la ubicación de sus diferentes instalaciones : cuadras, pistas, caminador, almacén de suministros, aparcamiento, entrada de servicios… estarán situadas racionalmente y, los diferentes actuantes : suministradores, mantenimiento, usuarios… tendrán un acceso fácil que no moleste al resto.

 

Cada una de esas instalaciones a su vez estará diseñada para lograr la máxima seguridad y eficacia de trabajadores, usuarios y de la propia instalación. Pensemos en una cuadra por ejemplo. Esta deberá tener pasillos amplios, boxes funcionales; los guadarneses equidistantes, zonas para depositar los útiles limpieza… todo previsto para evitar objetos depositados por doquier que signifiquen una posibilidad cierta de pérdida de tiempo en el trabajo de limpieza diario de animales y de la instalación, además de incrementar el riesgo de accidente.

 

Pequeños elementos como un gancho para colgar los útiles típicos de cuadra : horquillo, escoba, pala, rastrillo… que es una forma de tenerlos localizados para que estén al alcance de quien los pueda necesitar y de evitar riesgos de accidente; adquieren una relevancia, que va mucho más allá de su apariencia o coste real. A la hora de hacer las cosas bien, cada detalle cuenta, como suele decirse.

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